Netflix acaba de estrenar la segunda temporada de The Witcher, la aclamada ficción basada en la saga del escritor polaco Andrzej Sapkowski y que tiene a Henry Cavill de protagonista en el rol de Geralt of Rivia.
Pero esta franquicia tiene mucho potencial para explorar, al fin y al cabo es toda una saga de libros y videojuegos. Es por ello que el próximo año llegará Witcher: Blood Origin, la precuela de la historia que revelará los orígenes del Continente.
El primer avance muestra a Éile, una guerrera que abandona su clan y su puesto como protectora de la reina para vagar por el mundo como cantante; en su travesía se le une Fjall, un y Scian, una elfa que se encuentra en la búsqueda de una espada sagrada que ha sido robada a su gente.
La trama está ambientada 1200 años, época en que ocurrió la conjunción de las esferas, un momento clave que repercutió en el mundo y lo cambió para siempre. Antes, humanos, monstruos y otras especies vivían en universos diferentes, dicho evento cambió el devenir de la humanidad hasta límites insospechados. La serie también se centrará en explicar cómo se creó el primer brujo. Antes personas normales, luego humanos mutados. Solo los más fuertes sobreviven al proceso. Además veremos a la antigua civilización de Elfos, previo a su caída.
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Dicha serie es creada por Declan de Barra y producida por Lauren S. Hissrich, la showrunner de The Witcher. Mientras que el reparto lo compone Michelle Yeoh, junto a Sophia Brown, Lenny Henry, Laurence O’Fuarain, Mirren Mack, Dylan Moran, Nathaniel Curtis y Jacob Collins-Levy.
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